Cuando empiezas a creer que tener una cita es ir al Mercadona con tu pareja, el enamoramiento acaba de finalizar.

Si discutes esto, es que te gusta discutir.

Que me disculpe Juan Roig (el dueño de la empresa), pero el Mercadona no es romántico. Tampoco el IKEA.

Empiezo con humor y sigo con una provocación:

La tendencia natural de la pareja es fracasar.

Ya sabemos que el enamoramiento tiene una base química que solo puede durar unas cuantas semanas o unos pocos meses. Este ya es un tema muy conocido. Es decir, la base de una pareja duradera no está en el enamoramiento.

El enamoramiento se acaba por una mera cuestión de supervivencia individual y de la especie.  No es posible estar tanto tiempo enamorado con semejantes dosis de dopamina, endorfinas y oxitocina.

Cuando estamos enamorados, toda nuestra energía se dedica a pensar en el otro, a buscar mil y una manera que nos corresponda. No duermes, no comes …te pasas el día mirando el móvil.

Si toda la especie humana estuviera enamorada a la vez, la especie se extinguiría. No es compatible diseñar aviones, vacunas contra el VIH/Sida, educar a los hijos, si lo único que pensamos es lo enamorados que estamos de fulanito o menganita…

(¡Ay!) ¡Qué ojos tiene, es que tiene una forma de andar que me encanta, cómo se coloca el pelo detrás de la oreja!… ¡Ay!) En ese estado mental no hay forma de trabajar.

Otra cosa que sabemos es que las personas tendemos al mínimo esfuerzo.

Por eso a veces llevamos la ropa sucia hasta la lavadora dándole patadas.

Es decir, la tendencia es a no regar las plantas. ¿Te acuerdas de que el amor era una planta? La propensión es a pensar que la planta no necesita agua pasados unos meses.

Como no podemos estar demasiado tiempo enamorados y tendemos a realizar siempre el mínimo esfuerzo, la planta se muere… es natural.

Esta analogía que te acabo de contar es algo que suelo explicar en la primera sesión de Terapia de Pareja. Establezco un máximo de diez sesiones, por eso vamos al grano desde el principio.

Digo a los poco minutos: La tendencia natural de una pareja es descuidarse…a fracasar.

Algunos clientes se quedan ojipláticos… y yo aprovecho y les digo para rematar:

Lo digo en serio. Es verdad.

Puedo ver escrito en sus frentes:

  • ¡Pues vaya psicólogo nos ha tocado!
  • ¡Será cenizo!
  • Pero… ¡si el amor todo lo puede!
  • ¿Y este hombre va ayudarnos con esas ideas tan negativas?

Lo primero que consigo es que las cabezas se activen.

Para eso acudimos a terapia de pareja, para pensar (de otra manera). Sólo si pensamos de otra manera podremos hacer las cosas de otro modo.

Les cuento algo que ya saben, les digo que cuando estamos enamorados e iniciamos una historia:

  • Estamos pendientes de cada micro-gesto que nos dé una pista sobre qué le gusta o necesita el otro.
  • Escuchamos con todos nuestros sentidos las historias que nos cuentan.
  • Nos pasamos el día pensando en posibles regalos o sitios a donde ir, para hacer a nuestra pareja feliz.
  • Intentamos mostrar lo mejor de nosotros mismos por miedo a decepcionar.
  • Se elige con esmero la ropa antes de una cita.
  • Cuando tenemos relaciones sexuales intentamos ser grandes amantes.
  • Algunos hasta escriben versos o graban CD con canciones de amor (ahora se hacen listas en Spotify)
  • Se cena con la televisión apagada y se come con una sola mano para con la otra tocar… su mano. (Se me ponen los pelos de punta.)
  • Etc.

En se momento nadie acude a terapia de pareja y hacen pero que muy bien. Toca disfrutar del enamoramiento y de esos primeros meses.

Después les hablo de lo que seguramente están experimentando y que puede ser uno de los motivos por los que acuden a terapia.

El enamoramiento se ha pasado y tenemos dudas sobre si es mejor hacer las maletas:

  • No prestamos atención a los detalles.
  • Tenemos la sensación de que las conversaciones con nuestra pareja se repiten.
  • Empezamos a creer que tener una cita es ir al Mercadona.
  • La seducción sexual se rige por la ley del mínimo esfuerzo. Estamos cansados.
  • Lo que antes eran gestos divertidos, ahora son manías odiosas. (¿Alguien me puede explicar por qué nunca cierra el bote de mermelada?)

Creo que todos y todas sabemos de qué estoy hablando. Usando otra metáfora:

Hay un exceso de pijama y calzoncillo.  Demasiadas cenas sin hablar frente al televisor.

Otros dicen: la confianza da asco.

A lo mejor esto te pasa a ti, o si no, seguro que conoces muchas parejas que se quieren, pero están aburridas de estar juntas o que se pasan el día discutiendo. ¿A qué sí?

La buena noticia es que en muchas ocasiones existe solución a los problemas de pareja. Para acompañarte en el proceso de búsqueda de soluciones solo necesito tres cosas:

  • Que quieras solucionar las cosas. (De verdad de la buena.)
  • Que te comprometas un día y una hora durante al menos diez sesiones de una hora y media. (Si excusas, priorizando la búsqueda de soluciones)
  • Que hagas las tareas propuestas entre sesión y sesión. (No vale decir no he tenido tiempo… has tenido toda la semana.)

Si tienes dudas o quieres más información porte en contacto conmigo.

(Gracias a Adam Kontor from Pexels por la foto)

 

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Soy Experto en Psicoterapia Breve Individual y de Pareja. Licenciado en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Master en Sexología por la Universidad de Alcalá. Estoy acreditado oficialmente como Psicólogo Experto en Coaching (PsEC)® Nº 69 Madrid. Hago Psicoterapia Breve Centrada en Soluciones en consulta privada, doy clases y escribo. Si quieres más información estaré encantado de atenderte.

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