Foto: Benton’s Cafe-BBQ, angle 1, Route 20, Fabens, Texas (LOC) Margolies, John; photographer.

Soy consciente que cualquier planteamiento ha sido ya planteado, pero intento con estos textos no repetir lo ya mil veces repetido.

El artículo es largo e intrincado, otros legítimamente podrán adjetivarlo como insoportable. Así es la vida del bloguero.

Si estás muy cansado o no tienes tiempo lo entiendo. ¿El tiempo de lectura? Unos 15 minutos …en estos tiempos de reels y tik tok estoy hablando de La Eternidad.

Me complace pensar que cuando escribo planteo algo relativamente “nuevo” alejado del discurso de moda y si es necesario contrario al pensamiento dominante.

Escribir “a la contra” de este pensamiento mayoritario no es más que un intento de no ser dominado.

Creo que ser dominado en lo más íntimo es la peor de las derrotas.

Pensar, ser librepensador puede ser un propósito de vida que te salve del absurdo de vivir. (véase Albert Camus y el Mito de Sísifo, sí te sorprende la palabra absurdo).

 

PENSAR ES UNA ELECCIÓN

A veces obedecemos sin darnos cuenta y nos esforzamos sin saberlo en el cumplimiento de las expectativas sociales o familiares. El deber nos llama y acudimos a la batalla de la vida como hipnotizados por el flautista de Hamelín.

Creo en una psicología no normativa. Es decir, hay muchas maneras de ser uno, dos o familia. Millones de maneras de vivir.

 

YO HE SIDO NORMATIVO

He dicho qué hacer y qué pensar.

Entono el mea culpa. Entono la oración latina Confiteor:  Yo confieso. Yo pecador.

Confieso que en este blog y en dos ocasiones seguí la moda: escribí dando una lista de consejos. 

No espero clemencia si os cuento que sentí que paseaba por la calle con un traje y una corbata que me eran ajenos.

No me quedaba bien la chaqueta y se notaba mucho que el traje era de esos que brillan y pican.  Un traje malo comprado en un bazar barato para un empleo precario. Supongo que me tentó la idea narcisista de superar mis ya habituales doce me gustas en Facebook y veinticuatro en Instagram.

Estos son los dos textos:

COMUNICACIÓN EN PAREJA: LO QUE SÍ Y LO QUE NO

12 CLAVES PARA CUMPLIR OBJETIVOS EN 2020

 

Si repaso el blog pequé más veces, pero son pecados veniales.

Los dos textos son correctos y pueden ser incluso útiles, pero creo que este blog mientras siga vivo debe explorar otros territorios.

Me rindo, no voy a “viralizar” y no voy a gustar a todo el mundo. Espero no volver a caer en la tentación de escribir una lista de consejos. Soy consciente que siempre que escribo en el fondo intento aconsejar, incluso cuando desaconsejo los consejos.

Te lo quieras creer o no, no quiero viralizar, hago todo lo posible por esconder estos textos en el ciber-océano bloguero (véase el título de este y otros texto, que más que una invitacion a la lectura, es una invitación a la huida). #HOGUERAS, CUMPLEAÑOS, LA GENTE LAGARTO Y EL PLACER DE LA RENDICIÓN.

Hice esos artículos porque la gente pide consejos o tips

Fue un error y me perdono. Perdonarse a diario es una buena práctica higiénica. Perdonarse, es como duchar el alma. Agua y jabón…y a la calle. EGO ME ABSOLVO.

 

¡LO QUE QUIERO ES QUE ME DES HERRAMIENTAS!  ¡PUFFF!

Para usar los consejos o las herramientas primero hay que pensar, hacer introspección.

A veces -los psicólogos-  damos martillos a gente que no sabe lo que quiere, que no ha pasado por una fase de escucharse y pensar.

¿De qué sirve aprender una habilidad comunicativa si no sabes si realmente quieres comunicarte o qué quieres decir?

¿De qué sirve ayudar a alguien a conseguir objetivos si antes no se ha preguntado por el origen de estos? ¿o si están alineados con sus valores?

¿De qué sirve dotar de herramientas a alguien para salir de la tristeza, si la tristeza está ahí para mandar un mensaje necesario?

Varios clientes me han explicado que en su anterior terapia aprendieron a poner límites y que pusieron tantos y a tanta gente, que ahora sentían que se habían quedado solos.

… las malditas herramientas de las narices. #risas

 

LIBROS DE AUTOAYUDA PARA ENSEÑAR A VIVIR.

Mi sincera humildad me aleja de la publicación en papel, porque francamente creo que el negro sobre blanco debería solo reservarse a los textos dignos de ser copiados a mano por monjes del medievo a la luz de un candil.

Lo digo con miedo, pero lo digo: Hay demasiada gente escribiendo libros. (Y blogs) …parece que todo el mundo tiene algo que decir o enseñar.

Pertenecemos a la cultura del mostrar, mostrar lo que sabemos sobre El Arte de vivir.

Vivimos en la cultura de Vamos a Forrarnos escribiendo una y otra vez las máximas que ya plantearon hace siglos los verdaderos sabios. Lo peor es que muchos escriben pensando que eso que dicen no es un plagio, quizás porque su lectura más larga de la infancia fue la Super-Pop o el Pronto. #chisteviejuno #tengomalalecheaveces #perdónporlasoberbia

«Todo» en nuestra cultura nació en Grecia y Roma por tanto todo en nuestro tiempo es arqueología (y ruina).

 

VIVIMOS PENSANDO EN CÓMO VIVIMOS

No sabemos existir a secas y eso queramos o no, es inherente a la condición humana. Como todo lo bueno, tiene también un doble filo.

Queremos vivir mejor, pero el deseo de hacerlo quizás nos condene a la infelicidad.

Cada día tenemos o queremos aprender nuevas habilidades y estrategias para vivir de manera más plena. Y ese aprendizaje infinito nos conecta invariablemente con la imperfección y el sentimiento de insuficiencia.

La preocupación por “vivir bien” acompaña la historia del ser humano. Y la preocupación es el agua en el aceite del bien vivir.

 

¿SE PUEDE ENSEÑAR A VIVIR?

Epicteto (55-153 d.C. ) en su imprescindible Manual para la vida piensa que sí.

Las estanterías de los centros comerciales están llenas de libros de autoayuda y la gran mayoría son prescindibles.

Si tienes que leer algo y sé que se me ha visto el plumero, Epicteto te hará más sabio.

Epicteto, está en la estantería, junto a las Meditaciones de Marco Aurelio y pegadito al texto de Séneca Invitación a la Serenidad. Cualquiera de esos libros es un buen manual para la vida.

Quizás esa búsqueda compulsiva de mejora sea el peor de todos los males.

 

ME RINDO A SER ENTENDIDO POR TODOS

¿Cómo es posible que alguien y más un psicólogo, se resista ante la actitud de mejora y superación?

La mejora y el desarrollo personal puede ser una trampa mortal, arenas movedizas donde desaparecer y parecerse a lo planteado por otros.

El desarrollo personal puede reabrirnos la herida de la insuficiencia, de la insatisfacción de no ser como se supone que debemos ser. De no ser como se espera.

A lo mejor tú y yo somos razonablemente buenos, listos y por tanto “suficientes,” para pasar algo menos de un siglo en esta tierra.

Soy consciente que escribo “demasiado largo”, dando rodeos y estirando ideas. A veces no es fácil seguirme. Hago auténticas yincanas lingüísticas hasta llegar al “tesoro”.

Pido perdón, pero lo hago con la boca pequeña, quiero escribir como escribo. Escribo como sé y hoy lo hago casi como quiero. Casi, porque no lo digo todo. Escribo escondiendo, para ver que encuentras.

El resumen de lo dicho es que esa alimentación compulsiva basada en libros de autoayuda sobre el “saber vivir”, las terapias infinitas …quizás te estén jodiendo la vida.

Lee libros de “autoayuda” que tengan más de dos mil años.

Ya he incumplido mi promesa de no dar consejos.

EGO ME ABSOLVO y ¡A otra cosa mariposa!

 

HAY GENTE QUE CUANDO MUERDE NO SUELTA.

Me viene a la cabeza una historia del lagarto -ibérico- (ocelado) que me contaron en mi infancia. Recuerdo el miedo de imaginar un lagarto cuya seña de identidad era morder y no soltar. Me imaginaba sus dientes curvos mordiéndome la mano para siempre.

 

EL MALDITO VALOR DE LA PERSISTENCIA

Hay gente que se empeña, que persiste, que no ceja. Hay gente lagarto. Que no se sabe marchar, rendirse y aceptar que el otro se va a contar la historia a su manera. Que jamás le dará la razón.

Ser luchador es sinónimo cultural de éxito. Perseverar en estos tiempos es admirable y admirado. Véase la mirada de la sociedad española sobre Nadal o Alcaraz.

Van perdiendo, pero siguen. Luchan incansables cada punto.

Gimen y golpean la bola. Gimen y golpean la bola. Gimen y golpean la bola…

Incansables. Indómitos frente a su adversario. Hercúleos.

Sin duda esta característica es básica para ser el mejor en un deporte.  Ser El Rey de la Pista.

Pero…

¿Es la vida un deporte?

¿Qué significa ganar?

¿Tenemos que acudir siempre que nos convocan? ¿devolver cada pelota/bola?

¿Es Nadal un buen referente en cualquier contexto?

Los que me leéis habitualmente ya me veis venir. La vida no es un deporte. Nadal juega el tenis. Nadal es Nadal. Tú te llamas Paco o Mari Carmen. Yo me llamo Miguel. Nuestra vida no es el tenis. No todo es darle a la pelota amarilla y peluda… y gemir.

 

¿QUÉ ES GANAR? ¿QUÉ ES VIVIR?

Ganar no siempre es lo que nos han dicho que es ganar. Y no, no tienes por qué acudir a todas las convocatorias a las que te invitan. Ni aprender a tocar el piano, ni mejorar tu relación con nadie con el que se supone te tienes que llevar bien. A lo mejor ganar es dejar de intentarlo.

¿Ganar puede ser perder?

¿Ganar es dejar de pelear?

¿Ganar es darse media vuelta? ¿no hacer eso que se supone que tienes que hacer?

¿Qué es ganar?

¿Ganar es rendirse?

¿Ganar puede ser aceptar el absurdo de jugar un partido que sabes que vas a perder pero que has decido jugar?

¿Es placentero perder?

Creo que demasiadas veces nos metemos en líos que no nos llevan a buen puerto. Quizás ganar sea no coger un barco. No hacer nada o barrer en silencio el suelo de un templo. Pelar despacio una manzana. Andar lento. Sentarse en la puerta de casa. Escuchar a Manolo Garcia o Franco Battiato. Sin duda ganar es escuchar a Rita Pavone mientras caminas y sentir por un instante que nada puede salir mal y que tu vida es un musical. Escuchar el motor de los coches pasar por delante de la casa de tu pueblo. Ganar es lo que digas.

GANAR EN UN RING

Library of Congress, Prints and Photographs Division, Washington, D.C. 20540 USA

Ganar en un ring puede ser escupir sangre en un cubo y tirar la toalla. Darse una ducha, vestirse con ropa limpia, alejarse 20 kilómetros del lugar de la pelea y tomar un café solo y en soledad en una cafetería abierta a medianoche. En la cafetería de la foto principal del este artículo.

La radio suena, la camarera no nos mira…es la cafetería perfecta. Duelen las heridas, pero estás limpio y nadie te pega. Nadie grita. No hay focos, no hay luces brillantes. Has perdido, pero también has ganado. Estás vivo y aunque no te has llevado la bolsa, también te pagaron por pelear. Está todo bien. El café está muy caliente como a ti te gusta.

 

¿Y SI GANAR NO ES GANAR?

Quizás ganar sea marcharse o estarse quieto o no esforzarse demasiado, no buscar eso de la “superación” personal. No querer ser campeón de mundo o escribir libros. No ser El Rey de la Pista. Ser el número dos en un ring de boxeo. Renunciar a un sueño, a la victoria.

Ganar puede ser leer despacio a Epicteto. Subrayar una frase. Intentar vivirla.

Ganar puede ser escribir este artículo -casi- como si fuera libre de decir lo que quiero.

HOGUERAS

Ganar puede ser hacer una hoguera con todos los libros de autoayuda.

Bailar alrededor del fuego con todos los personajes de “Bailando con Lobos” (1990) o con Alexander Supertramp, protagonista de “Hacia rutas salvajes” (2007). Bailar sin escuela, sin pasos. Bailar en una playa como Anna Paquin con la música de El piano (1993), bailar como si tuvieras 10 años y la vida por delante. Mirar el video de un vuelo de una bolsa de plástico electrificada como en American Beauty (1999). Vivir es vivir. Vivir a secas.

GANAR es aceptar que en términos generales eres una buena persona, que manejas razonablemente bien las emociones, que tu pareja es como es. Que tu madre es tu madre. Que tu padre es tu padre. Que tu trabajo es lo que es.

Ya sabes, esto ya está escrito…ACEPTAR, pero aceptar la vida con la dulzura que da la serenidad y la sabiduría.

Quizás no debas mejorar nada, no llames a ningún psicólogo. Date vacaciones de perfeccionarte, superarte y cambiarte.

Eres un ser humano que pelea y descansa, pelea y descansa…y también se rinde, y no pasa nada grave.

¿Y eso de buscar la mejor versión de ti mismo?

…no sé si a veces huele a agua estancada, a hoguera mojada.

 

DUELOS

Acepta el duelo de lo que ya no puede ser posible. Tengas las edades que tengas, ya tienes una edad. Ya no todo es posible. Que nadie te diga que todo es posible. Y si alguien te lo dice no le creas, se quiere quedar con tu dinero.

 

CUMPLIR AÑOS

Cumplir años es un duelo. Vivir es un duelo…vivir es perder, y si lo aceptas: “has ganado”. A veces el duelo es dulce. Es dulce si no te resistes. Perder es dulce. Rendirse es dulce.

Ganas si aceptas con sonrisa ladeada la derrota, que sin duda es una victoria.

EL PLACER DE LA RENDICIÓN

Ralph Albert Blakelock (estadounidense, 1847-1919). Luz de luna , ca. 1885-1889. Óleo sobre lienzo, 27 1/16 x 32 pulgadas (68,7 x 81,3 cm). Museo de Brooklyn, Fondo Dick S. Ramsay, 42.171 (Foto: Museo de Brooklyn, 42.171_SL1.jpg)

Ralph Albert Blakelock (estadounidense, 1847-1919). Luz de luna. Museo de Brooklyn.

 

Pongo final a este texto. Me rindo.  Dejar de explicarse es el mayor de los descansos, aceptar que no todos van a entenderte, aceptar que no vas a complacer a todo el mundo.

En este instante, siento un gran placer, es el placer de la rendición…No soy Nadal, ni quiero serlo, golpeo una última bola y me rindo. La bola es un texto de Paul Auster de su novela El palacio de la Luna (1989).

Lee despacio, como si barrieras el suelo de un templo:

Noté en la boca el sabor de la mortalidad y en ese momento comprendí que no viviría eternamente. Se tarda mucho en aprender eso, pero cuando finalmente lo aprendes, todo cambia en tu interior, ya nunca vuelves a ser el mismo. Yo tenía diecisiete años y de pronto, sin la menor sombra de duda, comprendí que mi vida era mía, que me pertenecía a mí y a nadie más.

Me rindo colmado de placer. Caigo sobre la arena de la pista de tenis. Me he rendido, he perdido y en este instante soy feliz. Experimento el placer de la rendición. Experimento el asombro de estar vivo.

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Soy Experto en Psicoterapia Breve Individual y de Pareja. Licenciado en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Master en Sexología por la Universidad de Alcalá. Estoy acreditado oficialmente como Psicólogo Experto en Coaching (PsEC)® Nº 69 Madrid. Hago Psicoterapia Breve Centrada en Soluciones en consulta privada, doy clases y escribo. Si quieres más información estaré encantado de atenderte.

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