Hace unos meses publiqué un interminable artículo titulado: COMUNICACIÓN EN PAREJA: LO QUE SÍ Y LO QUE NO.

Si releéis el artículo la foto que aparece es un fotograma de Annia Aurelia Galeria Lucila, y de Gladiator (Máximo) mirándose a los ojos.

Planteaba 35 reflexiones sobre comunicación. En uno de los consejos defendía la bondad de hacer preguntas certeras. La importancia de mantener la curiosidad por tu pareja, de estar atento/a para poder formular buenas preguntas.

En el artículo a modo de ejemplo planteé la siguiente:

¿POR QUÉ QUIERE VER POR DÉCIMOCTAVA VEZ GLADIATOR?

Debe haber una razón. Pregúntale.

Sí, Gladiator, ese “macho” sudoroso que dice en el centro del Coliseo desafiando al emperador Cómodo tras quitarse el casco:

«Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las Legiones Fénix, fiel servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, esposo de una esposa asesinada y juro que me vengaré, en esta vida o en la otra.»

Pura épica. Russell Crowe con la espada en la mano nos hace sentir que llega el momento de hacer Justicia. Es un clímax de libro.  El espectador quiere que Máximo mate a Cómodo.

PRIMER SPOILER

Desvelo que el tipo que ha visto más de veinte veces Gladiator soy yo. Vuelvo a la pregunta:

¿Por qué quiero ver por “décimoctava” vez Gladiator? Debe haber una razón.

La razón no es el personaje de Máximo, este personaje, con respeto lo digo, es un personaje sin ningún interés. Representa todas las virtudes de un hombre perfecto.

La honorabilidad, la justicia, el coraje, la templanza …es fuerte, perseverante. Es perfecto en cualquier rol. Tiene abdominales. Y todo eso lo tiene porque sí, de manera natural, incluidos los abdominales, Máximo solo se muestra tal y como es.

Es un General ejemplar; lucha codo con codo con los legionarios; come el mismo rancho y con la misma cuchara de madera. Nunca se aleja del campo de batalla, nunca deja solos a sus hombres.

Sirve con lealtad al mejor de todos los emperadores posibles, a Marco Aurelio, el último de los llamados “Los cinco emperadores buenos”.

Marco Aurelio es uno de los máximos representantes de la sabia filosofía estoica. Es responsable, sabio, lector, super-estoico, moderado, humilde…valiente. El anciano quiere a Máximo como un hijo. Es un hijo elegido con la cabeza y con el corazón.

Su vasallo, Máximo Decimo Meridio es perfecto y por eso no me interesa. No hay misterio. Da hasta un poco de vergüenza ajena este dechado de virtudes imposibles.

 

MÁXIMO ES AMADO POR TODOS.

Lo ama su mujer, su hijo, sus legiones, los gladiadores, su sirviente Cicerón, Próximo (el dueño de la escuela de gladiadores), el Senado, Lucila, (la hermana de emperador Cómodo) y lo más relevante para nuestra historia, era amado por Marco Aurelio, el padre biológico de Cómodo.

¡Joder! No se puede ser más amado.

¿Por qué veo Gladiator una vez al trimestre?

Veo esa película por el personaje de Cómodo interpretado por Joaquin Phoenix.

JP es un animal, sea dicho. Animal interpretativo.

Quizás no te habías parado a pensarlo, pero en el fondo, muchas veces cuando vemos cine …quien hace que nos peguemos al asiento es el villano. Es el malo de la película quien nos entretiene y nos subyuga. El malo siempre es un enigma. Un buen malo de cine tiene un imán que nos atrapa. El malo tiene una historia sin desvelar. El malo nos hace preguntarnos una y otra vez: ¿Cómo se puede ser tan malo? ¿Por qué siendo tan malo me despierta tanta ternura?  Esto de la ternura o la compasión sucede si el personaje está bien construido.

El enigma que yo he detectado casi siempre es el mismo. 

El malo no fue amado en su infancia. Fue herido. No fue aceptado. Fue violentado, abusado. No recibió el amor o la atención que todo niño/a se merece.

Alguien le quitó un trozo de corazón, no supieron llegar hasta él, no le comprendieron. Se sintió solo y perdido. Nadie le explicó. No le dijeron eso de “todo va a salir bien”. No le miraron lo suficiente.

La culpa de todo es de las madres, en cine y en otras disciplinas, incluida la psicología.

Este tema requiere de otro artículo, porque el cine y la “psicología clásica” …es un pelín patriarcal.  Nótese la sorna cuando digo “pelín”. Véase la rotundidad de la palabra Patriarcal. NÓTESE mi cuestionamento del reduccionismo causa-efecto.

En la película Gladiator, el dolor biográfico es con el padre, un padre que no consigue amar a su hijo… y eso de no repetir que “el fallo” es de la madre,  “suma” 20 puntos en la escala de las buenas pelis.

 

CÓMODO ES ODIADO POR TODOS

Cómodo es cruel, sibilino, débil, ególatra, “ciego”, sanguinario, dominante, amenazador… incluso tiene deseos incestuosos hacia su hermana (*); fantaseando con la pureza de la sangre de un posible heredero…

(*) Tal y como se practicó en  el Antiguo Egipto, tal y como lo hicieron otros emperadores del Imperio Romano como Nerón, Calígula o Domiciano.

Cómodo es “malo” pero hay algo más. Representa con su personaje la encarnación de uno de los dolores más grandes. Esforzarte por ser amado y no lograrlo. Toda la película está buscando ser amado sin éxito. Piensa, actúa, trama, habla, decide…para ser amado y nadie le ama. Lo hace muy mal, pero su esfuerzo es innegable.

Su padre biológico el emperador Marco Aurelio elige a Máximo como sucesor. Veamos la escena donde su padre le da la noticia de que no va a ser emperador. Podrás ver el instante en que un corazón se hace añicos.

 

Marco Aurelio (MA): ¿Estás dispuesto a cumplir tu obligación para con Roma?

Cómodo (CO): Sí, padre. (Espera que su padre le anuncie que será emperador)

MA: No vas a ser Emperador.

CO: ¿Qué hombre mayor y más sabio ocupará mi lugar? (Dice conteniendo las lágrimas).

MA: Mis poderes pasarán a Máximo (…) Roma será una república de nuevo.

MA: ¿Mi decisión te decepciona? (Observando el dolor de su hijo)

CO: Una vez me escribiste… enumerando las cuatro grandes virtudes: sabiduría, justicia, fortaleza, templanza … Constaté que no tenía ninguna de ellas … Sin embargo, poseo otras virtudes … ambición (se convierte en virtud si nos conduce al éxito), ingenio, valor (tal vez no en el campo de batalla, pero hay muchas formas de valor), devoción a mi familia y a ti … Ninguna de mis virtudes figuraban en tu lista. Incluso parecía que no me desearas como hijo.

MA: Cómodo, vas demasiado lejos. (Exageras, dice MA intentando contener el sufrimiento de su hijo).

CO: Escudriño el rosto de los dioses… buscando el modo de complacerte, de llenarte de orgullo…una palabra amable, un fuerte abrazo… tus brazos apretándome con fuerza contra tu pecho… habría sido como tener el sol en mi corazón mil años… ¿Qué hay en mí que odias tanto?

MA: Cómodo (Dice su nombre para consolar las lágrimas de su hijo)

CO: Lo único siempre quise fue estar a tu altura… César. Padre.

Marco Aurelio se arrodilla, abre los brazos pidiendo perdón y dice con sabiduría:

MA: Tus defectos como hijo son mi fracaso como padre.

Cómodo acepta el abrazo de su padre arrodillado…y el abrazo… se convierte en un asesinato por asfixia.

CO: Ven…padre…arrasaría el mundo entero porque tú me amases.

 

TODOS SOMOS COMODO

Máximo no existe. Máximo es una construcción arquetípica. Una suma de virtudes imposibles. Un hombre íntegro, intachable, incorruptible.

Máximo es una ideación de perfección, un cánon al que aspirar. Es el héroe.

Cómodo también es una suma de debilidad, cobardía, vicio y maldad. Es el villano.

Pero Cómodo a pesar de todo despierta compasión, quizás porque todos tenemos heridas, porque todos arrastramos un dolor que nos hace ser mezquinos en algunas ocasiones.

Todos en algunos momentos de nuestra biografía nos hemos esforzamos por ser amados sin éxito. Y no me refiero solo en términos románticos o familiares, también en el trabajo o con los amigos. Ser amados ¡Puf…es genial!

No ser amado deja una herida indeleble en el alma de los niños/as.

Queremos ser amados como Máximo.

Amados con rotundidad, sin dobleces, sin condiciones de ningún tipo.

Amados tal y como somos.

Ser elegidos, ser los primeros en el corazón de los otros.

Ser amados sin ninguna duda.

 

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Soy Experto en Psicoterapia Breve Individual y de Pareja. Licenciado en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Master en Sexología por la Universidad de Alcalá. Estoy acreditado oficialmente como Psicólogo Experto en Coaching (PsEC)® Nº 69 Madrid. Hago Psicoterapia Breve Centrada en Soluciones en consulta privada, doy clases y escribo. Si quieres más información estaré encantado de atenderte.

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