La serie “Aquellos maravillosos años” se estrenó en España en 1990.

La voz de un adulto narraba la historia setentera de los Estados Unidos, del mismo modo que 20 años después Carlos Alcántara contaba la historia de España, en la serie Cuéntame copiando la fórmula televisiva.

 

RECUERDOS Y OLVIDOS.

Los personajes principales, Kevin, Winnie y Paul, están interpretados por actores nacidos en mi generación. Yo en 1974, y ellos, uno o dos años después.  El burro delante

Si no recuerdas a Kevin y has visto La Princesa Prometida, es el niño con gripe y encamado al que su abuelo le lee la historia que da nombre a la película. Cara de niño bueno, sonrisa inocente…incómodo porque su abuelo se empeñaba en leerle un cuento, siendo como era “tan mayor”.

Paul, el mejor amigo de Kevin, es igual que Milhouse, el niño torpe y gafotas de Los Simpson. Es también el mejor amigo de Bart. Las malas lenguas cuentan que después se convirtió en Marilyn Manson, pero es una leyenda urbana. La verdad es que se parecen y la historia tiene gancho.

Y Winnie… Winnie es inolvidable. Bueno, es una forma de hablar, inolvidable para mí, pero no pasará a la historia del cine.

Esto que parece una digresión, no lo es.

Piensa en personas que creíste que no olvidarías nunca y ahora, pasados los años, no eres capaz casi ni de recordar alguna anécdota juntos.

Solo conservas una sensación, un vago recuerdo. Pasa hasta con antiguas parejas. Pasado el tiempo se convierten en un conjunto de recuerdos difusos.  Un nombre asociado a sensaciones…

 

KEVIN Y YO. 

 Volviendo al estreno de la serie, Yo era un adolescente de Madrid, que miraba a otro adolescente llamado Kevin de clase media estadounidense. No puedo decir en que ciudad vivía porque nunca se nombra en la serie. #datoparafrikis #DEMIBARRIONOERA.

Su padre, «Jack», era un exveterano de la guerra de Corea y en el gimnasio de su instituto se celebraban bailes donde se danzaba pegado a lo Sergio Dalma y las chicas llevaban vestidos largos y flores en el pelo.

Mi historia y la suya se parecían como un huevo a una castaña, pero a mí me daba igual, mi corazón daba un vuelco con los primeros acordes de la cabecera de la serie.

La mano derecha se me iba a la cadera para tocar la guitarra imaginaria, y con la izquierda hacia un puño para hacer el play-back e inventarme el inglés de la canción With a little help from my Friends de Los Beatles con la voz rota de Joe Cocker. La revista Rolling Stone la incluye en su lista de las 500 mejores canciones de la historia: un temazo. #otrodatoparafrikis

 

«WINNIE» COOPER…MI AMOR ADOLESCENTE.

Cuando aparecía Gwendolyne «Winnie» Cooper, la actriz Danica McKellar el cuerpo se me ponía del revés.

¿Cómo una chica podía ser tan guapa?

Era perfecta. Lista, buena y guapa. Y lo más importante era capaz de enamorarse de un chico con cara de niño y poco popular. Ese era uno de los mejores “trucos” de la serie, la chica perfecta se enamoraba del chico “poca cosa”.

Ahora que se mucho más de cine me doy cuenta de que era Ciencia Ficción mezclada con costumbrismo-folk lacrimógeno. Sin duda toda una innovación en el género las películas de fantasía.

¡Qué pelo! ¡Qué sonrisa! ¡Qué ojos! ¡Qué gestos! …yo como Kevin también estaba enamorado.

Si movía la melena, mi corazón entraba en taquicardia.

Ahora no entiendo el porqué, pero me parecía la chica más guapa del Universo.  Seguro que también te ha pasado eso a ti alguna vez.

La actriz hoy en día (en 2023) tiene 47 años, un año menos que yo.

Googleando y viendo sus fotos…aunque sonría con ternura al mirarla, mi frecuencia cardiaca se mantiene estable. No entiendo cómo me podía gustar tanto, pero ella me encantada cuando era una adolescente.

 

LA ESCENA: LA LLAMADA Y EL APOLO 13

 

Os cuento la escena que os quería contar, y que he convertido en una herramienta que A VECES y en ALGUNAS SITUACIONES puede ser útil para ALGUNOS CLIENTES. Repito: NO SIEMPRE es aplicable.

Hay personas que, por su biografía y apegos en los primeros años de vida, sencillamente no pueden hacerlo. Y una de las claves del buen terapeuta es NO PEDIR a la persona, aquello que NO PUEDE HACER.

Esta herramienta te permite “conectar” el cerebro límbico o emocional, con el córtex, o zona racional. Es decir, posibilita poner cabeza al corazón.

Cuando tomamos “perspectiva cognitiva” podemos “usar la cabeza” …y no “la tripa».

NO SOLUCIONA TODO, NI SIRVE SIEMPRE, pero a veces en la vida hay que alejar la cámara, y situarse en el espacio-tiempo, para darse cuenta de que casi nada es tan importante.

LA ESCENA:

Kevin quería llamar por teléfono a Winnie.

ESTABA MUERTO DE MIEDO. 

Kevin tenía miedo, miraba el teléfono y el papel con el número…y movía la cabeza como en un partido de tenis.

Era consciente del espacio minúsculo entre su deseo de llamar y el pánico al ridículo…esos centímetros que separaban su dedo corazón del teléfono eran años luz. Estaba paralizado y su imaginación le torturaba, su cabeza solo le ofrecía opciones donde era humillado.

He vivido algunas cosas terribles en mi vida, muchas de los cuales nunca ocurrieron en realidad, decía Mark Twain, el escritor de Tom Sawyer.

Pues eso. #malditacabeza

¿TE SUENA ESE MIEDO?

¿El miedo a lo que no ha pasado? ¿Te suena la frase, al final no fue para tanto?

Las historias se repiten. Da igual que Kevin naciera en el 56 y yo en el 74 y que tú seas de otra generación. Todos somos capaces de sufrir por esas cosas terribles que ocurren en nuestras cabecitas.

Los dos queríamos bailar con Winnie en la fiesta del instituto a lo Sergio Dalma. Los dos pensamos que la vida sin “wini” no tenía sentido.

Los dos queríamos por encima de todo, cerrar los ojos y bailar el “Stand by Me” cantado por Ben E. King.

Kevin seguía en la cocina, frente al teléfono, y su padre, su madre y su hermano frente al televisor. La madre alza la voz y llama a Kevin:

Kevin, tienes que venir a ver esto que está saliendo en televisión.

 

La tripulación del Apolo 8. De izqda. a derecha: Borman, Anders y Lovell (NASA).

 

Foto: La tripulación del Apolo 8. De izqda. a derecha: Borman, Anders y Lovell (NASA)

El Apolo 8 mandaba las primeras imágenes de la Tierra vista desde el espacio. Habían salido de Cabo Cañaveral el 21 de diciembre, orbitaron la luna varias veces, y el 24 de diciembre televisaron la epopeya.

Los astronautas fueron los primeros en contemplar la Tierra en su totalidad, el lado oculto de la Luna, y vieron un amanecer desde la órbita de lunar: medio planeta estaba en la más absoluta oscuridad, la otra mitad era todo luz.

Kevin vio aquello, con los ojos en el Espacio y el con el corazón en Winnie.

 

SU CABEZA HIZO UN CLIC

 

Entendió que no debía tener miedo. Entendió lo pequeño que era, lo minúsculo, lo poco importante.

¡Qué importaba que Winnie se riera de él!  ¿Qué importancia tenía que no quisiera ir al baile?

Solo debía levantar el teléfono y decir.

¡Hola Winnie! Soy Kev.

No es que le echara valor, simplemente se dio cuenta de que un “sí” o “no” no era tan importante. Que la respuesta de la chica más buena y guapa del instituto no cambiar el movimiento terrestre y que su baile de secundaria era uno de tantos…la suya solo era una pequeña historia.

La mirada de los astronautas NO alcanzaba a ver esa pequeña ciudad donde Winnie y él, a lo mejor bailan una noche.

La serie termina diciendo: un día estás en pañales y al otro ya te has ido de casa.

Este artículo, termina diciendo:

A VECES, hay que alejar la cámara.

Disfruta –no te rayes– desde la Luna, ni se te ve.

Coje perspectiva.

Abre plano.

Quizás eso que te preocupa no sea tan transcendente.

Intenta recordar los nombres de los astronautas del Apolo 8…acabas de leer sus nombres en el pie de foto. Ellos vieron el primer amanecer desde la orbita lunar.

 

 

Piensa…

en Séneca, en Hipatia de Alejandría…en las casas con suelo de mosaico.

¿Estaba nervioso Aristóteles cuando Filipo II de Macedonia le nombró tutor de Alejandro Magno?

Piensa en las Galaxias, en el Cretácico.

En las vidas de los 8.000 millones de seres humanos con los que compartes especie.

Y pregúntate eso de:

¿me importará lo mismo mañana?

¿será tan importante cuando acabe la semana?

¿me dará un vuelco al corazón dentro de quince días?

¿y dentro de seis meses?

¿un año?

¿cinco?

¿Importa tanto si Filipo II, notó o no notó que a Aristóteles le temblara, o no, la voz al aceptar el encargo de educar a Alejandro Magno?

Así que:

Si estás delante del teléfono, llama a Winnie, desde la Luna ni se te ve.

La canción de Ben E. King es tan bonita que no importa si esta noche estás bailando con Winnie o abrazado a una almohada. 

No tengas miedo.

 

 

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Soy Experto en Psicoterapia Breve Individual y de Pareja. Licenciado en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Master en Sexología por la Universidad de Alcalá. Estoy acreditado oficialmente como Psicólogo Experto en Coaching (PsEC)® Nº 69 Madrid. Hago Psicoterapia Breve Centrada en Soluciones en consulta privada, doy clases y escribo. Si quieres más información estaré encantado de atenderte.

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