Fotografía: Miguel Roa.

¿DOS VIDAS?

Cuando digo vivir “dos vidas” no me refiero a:

• vivir una doble vida engañando a la gente.
• ni que después de un acontecimiento dramático, rehagamos la vida, para vivir otra.

Me refiero a otra emoción. Es el deseo de vivir una cosa y su contraria, de sentir algo y no sentir ese algo. Es un estado de contradicción vital, de quererlo todo.

Manolo García canta:

Lo quiero todo
La espuma y el lodo
El día y la noche, la estrella del norte
El cielo, la cueva más fosca del orbe (…)
Olvidar lo vivido, vivir lo dormido
Lo quiero todo

Me acerco a la primera idea de una forma tonta y sencilla. Quiero estar casado y soltero. Me gustaría ser fumador y no fumador. Intelectual y garrulo. Cosmopolita y local-nacionalista. Experto en cine americano de los años 50… y también un erudito de la entomología ibérica… y campeón de esgrima… y ladrón de bancos.  Vivir en un pueblo de seis habitantes de Teruel y en una gran ciudad donde nadie me salude.  Vivir la estabilidad y la bohemia. Me interesa todo, pero no se puede ser experto en todo, ni vivirlo todo.

Sabina, en la del “pirata cojo” dice:

Con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida a vivir otras vidas, a probarme otros nombres, a colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré:  

Al Capone en Chicago; Legionario en Melilla; Pintor en Montparnasse…

VIVIMOS UNA VIDA. A VECES LO OBVIO ES LO MÁS DIFÍCIL DE VER.

En mi barrio tenía una apodo, me llamaban “el malas noticias” #esbroma. Pero la mala noticia es que HAY QUE ELEGIR. Lo sé, es #unaputada

Estar vivo es elegir. Elegimos, porque la no elección es también una elección. No dejar ese trabajo que te mata, es elegir no dejar ese trabajo que te mata. No te puedes librar. Eliges siempre.

Los más hippies flowers dirán que se puede todo, que no hay que renunciar. Claro que se puede tener una segunda casa en un pueblo de Teruel, pero eso no es vivir en Teruel. Muchas veces es, o una cosa o la otra. No te mientas.

Vivir el poliamor, es renunciar al mono-amor.  Vivir el mono-amor, es no experimentar el poli-amor. Vivir el mono-amor o el poli-amor es no poder sentir la sensación (agradable o no) de no tener pareja.  ¿Me sigues?

¿OPCIÓN A U OPCIÓN B? ¡ELIGE!

Aguantar o revelarme. Cambiar de trabajo o no. Vivir entregado a la lujuria o renunciar a la carne para buscar el nirvana. Abrazarte o mandarte a la mierda. Pelear una batalla o rendirse. Simpático o borde. Innovador u ortodoxo. Activista militante o hedónico burgués… Uno no puede estar en lo alto de un cerro y al mismo tiempo estar en su ladera.

Elegir es responder a preguntas del test o dejarlas en blanco. Responder es sinónimos de renunciar a otra posibilidad de vida, a descubrir qué hubiera pasado sí…

El proverbio dice: el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Por tanto, si en vez de elegir la opción A, eliges la B o bien dejas la pregunta en blanco…imagina que puede estar pasando al otro lado del mundo.  Eres más grande que una mariposa.

APRENDER A JODERSE (CON CARIÑO TE LO DIGO).

Pensando en enseñar a renunciar, me acuerdo siempre de una amiga muy querida que manejaba de una manera muy curiosa y eficaz las rabietas de su hija pequeña cuando no conseguía algo que deseaba.

De manera muy divertida, e imitando el tono de una manifestante, levantaba el puño y repetía el eslogan:

NO PUEDE SER, OTRA VEZ SERÁ.

NO PUEDE SER, OTRA VEZ SERÁ.

NO PUEDE SER, OTRA VEZ SERÁ…

 Lo repetía vocalizando de manera muy teatral y con mucha guasa, hasta que la niña se calmaba y entendía que…

NO PUEDE SER, OTRA VEZ SERÁ.

A esta madre le pongo un 10 por su capacidad para enseñar, poner límites y usar el humor. A veces reconozco que me apetece copiarla y emplear la misma técnica con algún cliente, pero luego ELIJO no hacerlo. 😉

Cuando dejas de ser una niña pequeña, te toca decidir a ti. Aceptar que a veces: no puede ser y que jamás será.

Los psicólogos más finos dirán eso de enseñar a tolerar la frustración; en mi barrio (Madrid, Moratalaz) eso se llama: Te jodes. A mí me gusta más porque la gente lo entiende mejor.

Por ejemplo, cuando eliges dejar a una pareja, tienes que aprender a tolerar el fastidio de no hacer la cucharita en la cama de noviembre a marzo.

¡QUÉ BELLO ES VIVIR!

Las posibilidades de vida son infinitas, ya lo contó Frank Kapra en ¡Qué bello es vivir!

El protagonista desde muy pequeño y gracias a cada decisión que tomó, hizo del mundo y de su mundo, un lugar mejor y por eso la peli termina con un final feliz (*).

(*) Si concebimos que estar con tu familia en navidad frente a la chimenea escuchando villancicos, es un final feliz. (No he podido resistirme a la broma…perdón).

Tú y yo, nunca sabremos si nuestras elecciones son las correctas. Nunca podremos saber si hicimos bien, si esa decisión de girar una esquina o de colgar un teléfono, fue una buena decisión.

Me viene a la cabeza el cuento de ¿Buena suerte o mala suerte? ¿Quién sabe? A veces un suceso negativo o positivo –en apariencia- no siempre significa buena o mala suerte. No se sabe. Ya se verá.

Muchos vivimos preguntándonos: ¿Hay un trabajo mejor? ¿Una pareja? ¿Un lugar? …

¿Me estoy equivocando?

Tienes que escucharte y elegir… y a veces renunciar a una cosa y apostar por otra. Nadie podrá decirte si será una vida mejor o peor.

Quizás sea eso mismo lo que hace la vida tan emocionante. No se pueden vivir dos vidas y cuando lo aceptas y superas el primer pinchazo del puñal de la lucidez, te das cuenta de lo emocionante y lo bello que es vivir.

Vivir. Dudar. Elegir. Renunciar. Dudar… Hacerlo, lo mejor posible. ¡Qué aleteen las mariposas!

Sólo tenemos una vida. Tic-tac.