EL SÁBADO ESTUVE EN MATRIX
El sábado vi una película.
The Wonder (El prodigio) 2022. Dirigida por Sebastián Lelio. Basada en la novela de Emma Donoghue.
Está en Netflix. Decir “Está en Netflix” es casi decir lo mismo que “Está en Matrix”.
¿Qué es si no Netflix?
Netflix es un lugar construido a base de ceros y unos que nos hace olvidar que la vida es esto que vivimos.
El sábado me tomé la pastilla azul. Creo que es la azul.
Me desconecté, viajé a Irlanda, ciento y pico años atrás.
Necesitaba sentir que yo, no era yo.
Necesitaba imaginar otro tiempo. Otro país.
Viajar; salir; salir de mí mismo; vacaciones de yo; vacaciones de esto… del ruidito de la cabeza.
Bendito cine (bueno).
LAS HISTORIAS, LOS CUENTOS…SON LAS LLAVES QUE CIERRAN Y ABREN LAS PUERTAS.
El fuego y el cuento, esos son los dos elementos que construyen la escena donde se inicia la historia de la civilización.
Ser civilizado es saber escuchar un historia sentado junto al fuego. Es querer escuchar qué tiene que contar el otro.
La persona civilizada, sabe contar su propia historia.
Sabe construir una historia para no hablar de su historia, que, en el fondo de los fondos, siempre es su historia.
Las historias se construyen sobre nuestra biografía. Una producción cinematográfica o literaria siempre es biográfica, aunque hable de androides, vikingos o de vikingos androides.
Los deseos y las obsesiones son como botes de tinta con tapas mal ajustadas. Esa tinta terminará en todas las cosas que tú hagas…la tinta manchará lo que toques.
Cuando “nos contamos”… contamos un cuento y nos lo contamos a nosotros mismos. El cuento necesita al menos un oyente, y el que cuenta necesita “sentirse entendido”
Escuchar y hablar. Conversar. Sentirse entendido. Esto ya empieza a sonar a Psico-Terapia.
La azada para la tierra, la espada para la guerra, el cuento para entender. El cuento para descansar del trabajo y la lucha. Para desconectarse y para conectarse. Esta última frase, tiene «chicha».
Las historias -las narrativas- son las llaves que nos permiten salir y entrar de nuestro espíritu.
El cuento está en la tradición oral, en las paredes de las cuevas, en los papiros, en los rituales, en las misas… en las novelas y en los poemas…también en Netflix.
La azada, la espada y el cuento cambian la Tierra y la Historia. Lo cambian todo.
CONTAR Y ESCUCHAR COMO NECESIDAD HUMANA
Ver otras vidas es una necesidad, de ahí la producción. Hay toda una industria para crear historias, en papel, en e-book, en comic…Necesitamos historias para poder dormir, seguir, vivir, entender, decidir…
Ver la vida del otro, para entender la nuestra.
Ver la vida del otro, para no ver la nuestra.
Entender otra narrativa, para entender la nuestra, para poder recontarla de otro modo.
A veces el cliente dice esto de:
Necesito contar mi historia.
Necesito saber si esto es normal… (si le pasa a más gente).
No sé si podré contarte lo que me pasa.
No sé si me entiendo. No sé si me entiendes.
Perdona por contarte todo tan desordenado.
El cliente debe ordenar el relato, la estructura cronologíca, desde pequeño hasta el momento presente, suele funcionar bien. Saber contarse, ya es un avance enorme.
LA PELÍCULA DEL SÁBADO.
La película se llama The Wonder (El Prodigio) de Sebastián Lelio rodada en 2022 y es de nacionalidad irlandesa.
Me enamoró; como bien sabes enamorarse es un proceso de enajenación sujeto a varias variables de naturaleza subjetiva.
La crítica, no la valora demasiado (6,5 sobre 10), pero a mí me gusta.
Cuando alguien está enamorado se pregunta:
¿Cómo es posible que el resto del mundo no vea lo especial que es The Wonder? ¡Qué luz!
Quizás tú digas…
No sé tío…me dormí. Me pareció cursi…lenta.
Yo como crítico de cine frustrado que soy, os digo que de The Wonder, es magnética, subyugante, interrogativa, pictórica…profunda, filosófica, elegante, contenida.
Es una película que cuenta, más de lo que cuenta. Hay una historia dentro de la historia.Siempre es así. La biografía siempre es una matrioska.
LA PELÍCULA EXPLICA QUE SOLO ES POSIBLE EL CAMBIO, SI ERES CAPAZ DE PODER CONTARTE A TI MISMO Y A LOS DEMÁS, TU PROPIA HISTORIA DE OTRO MODO.
EL SER HUMANO VE COSAS QUE NO EXISTEN. NOS CONTAMOS HISTORIAS.
Vemos cosas que no existen. Vemos lo que necesitamos ver. Así es el ser humano.
Somos capaces de ver un conejo de seis patas, engullendo a una tortuga con sombrero, mientras miramos un par de nubes, tirados en la hierba del cualquier parque. Los que sufren de un trastorno de creatividad hiper- excitable, seguramente inventen la historia de por qué el conejo con dos patas de más se come a la tortuga con sombrero.
SIGO CON MI HISTORIA
Supongo que necesitaba enamorarme esa tarde. Enamorarse siempre es una buena manera de huir, de abandonar el presente, de salir de tu cabeza…de dejar de escuchar ese ruidito. De abandonar tu historia, e irrumpir en otra. De iniciar un giro narrativo…una fuga emocional, una descarga cognitiva.
Enamorado o no, escuchamos y miramos …y oímos y vemos cosas que no están. Cuando miras una nube, una película, ves cosas que nadie ve.
Porque siempre miramos a través de nuestro prisma, desde la atalaya de nuestro momento biográfico. No pasa nada, no te resistas, es inevitable. Construye una buena historia…y sigue.
SPOILER DEL PRIMER MINUTO…
El primer minuto de la película comienza en nuestra época, en un set de rodaje lleno de andamios y focos.
Comienza así:
Hola. Este es el comienzo. El comienzo de una película llamada El prodigio. Las personas que están a punto de conocer, los personajes, creen en sus historias con total devoción. No somos nada sin historias, así que los invitamos a creer en esta.
Un minuto más tarde, estás en 1862 en la región irlandesa de los Midlands. Ya no eres psicólogo, ni mucho menos trabajas online. Eres una enfermera inglesa llamada para una extraordinaria misión en una aldea católica.
En la aldea casi todos necesitan creer en una historia, en un milagro. Una niña que no come desde hace varios meses.
Tu falda está mojada por el barro del camino, en el bolsillo del delantal llevas un bote de láudano para poder dormir (el pasado te quita el sueño). Un cuaderno forrado en cuero, útiles de escritura, pero sobre todo llevas tu historia, trozos de ella, girones de tela- de recuerdos, fotogramas…destellos.
Tu historia te hace mirar la historia de otro modo. Miras a la niña que no come desde un lugar que solo tú puedes ver.
Realmente una historia no comienza en el comienzo, empieza siempre antes. Por eso tienes un novio del Madrid. ¿por eso crees o no crees en los milagros?
LA TERAPIA SIEMPRE ES NARRATIVA
Si lo dijera con más humildad, diría que creo, que la terapia debe ser narrativa. Si no lo es, la terapia se convierte en electrónica.
Si “A” entonces “B”. Si pulso aquí en “A”, entonces la corriente pasa, y se enciende la bombilla- en “B”-. En psicología eso es mentira. O es mentira casi siempre.
Si aplico esta técnica el paciente se cura. Eso es mentira.
No cura la técnica, cura el vínculo, la conversación, el lenguaje ordenando la realidad, haciéndola narrable, digerible, manejable. Cura la palabra precisa, en el momento preciso, dentro de esa historia y no dentro de otra.
Hacer terapia es poder contar lo que cuesta contar, ver, oír, escuchar, tocar… ordenar.
LA IMPORTANCIA DE PODER CONTARSE
Para encontrar cierta serenidad, es necesario poder contarse.
A veces las personas que consultan, están tan desbordadas, que necesitan una narración que las contenga.
Es decir, necesitan una estructura que “contenga” la historia, que la haga sostenible.
Aristóteles dividió la narración de toda historia en tres actos: el principio, el medio y el fin. Planeamiento, nudo y desenlace.
En terapia, venimos con “un nudo” …en la garganta, en el estómago… venimos a contar nuestra historia, a ordenarla, a descifrarla…a desenlazarla.
La película de nuestras vidas suele estar desordenada, con personajes dibujados con trazos demasiado suaves o fuertes…hay planos, escenas que no entendemos del todo bien y sobre todo no sabemos relacionar las secuencias del pasado con lo que nos pasa en el presente. A veces aparecen personajes que no deberían estar en el metraje, pero están. Están y que estén, tienen sentido, cumplen una función.
PARA CAMBIAR, PARA SEGUIR… HAY QUE SABER CONTARSE UNA BUENA HISTORIA…UNIR LAS ESCENAS, LOS PUNTOS…
Los puntos se unen, las piezas encajan, se atan cabos, se deshacen nudos…
La terapia siempre es narrativa. Y toda narración es un viaje.
Fundido en negro.
TO BE CONTINUED
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