DEDICATORIA
Este es un artículo para casi todos. Para los gordos y para los flacos, para los cansados y cansadas.
Para los cansados de currar, para los que no tienen tiempo libre para vivir tranquilamente, sin correr, sin ir con la lengua fuera.
Para los que se tienen que poner en su lista de tareas: RESPIRA
Para los que sienten que no pueden pararse a mirar a su alrededor con calma.
Para todos, pero más dedicado a las mujeres, ya que la estadística sigue diciendo que trabajan aún más. Suman a su trabajo más tareas domésticas, más implicación en la crianza y en los cuidados. También porque la brecha salariar por género no es un invento, sino una cuestión matemática y por tanto indiscutible. Y trabajar por menos dinero, cansa más. Y eso no es ninguna broma.
También para las cuidadoras y cuidadores, que sienten culpa por quedarse dos minutos más bajo la ducha caliente. Que se sienten malhechores si se dan un paseo o un respiro.
Como es habitual en mis textos, aunque diga cansados, también digo cansadas. Para todas y todos.
¡Va por ustedes!
SOBRE LOS HORARIOS
Hay horarios crueles, incompatibles con cualquier cuidado propio o de las personas a las que se quiere.
Cuando pregunto por su horario de trabajo muchos me responden a la gallega ¿el oficial o el de verdad?
He elegido el peor púbico al que dirigirme, ya que quizás ni siquiera encuentren el tiempo para leer estas líneas. Leer es leer, no ojear. Leer no es chequear las negritas del texto.
Por si no “puedes” leerlo el resumen es: No trabajes tanto. No seas tonto.
Nadie en tu empresa se acordará de lo bonito que te quedó el informe cuando hayas muerto.
Si tu trabajo no es de oficina, donde digo “informe”, digo “la tarea laboral” de turno.
HAZTE UNA PREGUNTA
Esto que te cuento no me lo enseñó ningún Catedrático de Psicología, me lo inspiró un cutre-meme, que actualmente es material de lectura que da pie a decir: “esto lo he leído en algún sitio” …
El texto del meme era:
No tienes ansiedad, tienes un trabajo de mierda.
Ahí te lo dejo para una reflexión más profunda: quizás tus condiciones laborales sean la fuente de tu estrés. Que no te hagan creer que la culpa es tuya.
No se puede estar sereno, ni hacer el amor, ni educar a tus hijos, si trabajas 12 horas y comes en un túper delante de la pantalla.
No vayas a terapia, busca otro trabajo que te permita vivir.
DAR EL 100% EN TODO, ES UN MAL SLOGAN.
No des el 100%, nunca, y en nada.
No puedes, no merece la pena, es muy cansado. Nada ni nadie se merece tu 100%.
Ni a tus hijos, ni a tu pareja, ni a tus hobbies…y muchísimo menos a tu trabajo.
Eso de “darlo todo” sirve para ganar un partido de fútbol, para vivir es una estupidez.
Desayunas y te vas a trabajar y lo das todo allí.
¿Cómo vas a funcionar en otras áreas? No puedes, tu batería está al 2% al llegar a casa.
HAZME CASO
Te lo puedo decir a gritos, en un susurro, como una súplica cansina, con voz de psicólogo, como el tonito del maestro del Templo Shaolin. En inglés no sé, pero puedo poner acento tejano; el contenido es el mismo: No trabajes tanto. No seas tonto. No se lo des todo a tu empresa.
Lo he buscado: don’t give it all to your company. El inglés es siempre más persuasivo.
Ya sé qué crees que esto que te cuento te los sabes, pero es mentira, no te lo sabes.
Hay que pasar a la práctica.
NO ME TIRO EL PISTO.
Los que me conocéis sabéis que escribo un artículo al mes. Doce meses doce artículos. En enero (2022) he hecho pellas, no lo he escrito.
Había pensado en mentir como un bellaco y deciros que lo he hecho como un ejercicio consciente de autocuidado y de coherencia con este artículo, pero la verdad es que no me ha dado tiempo, o sí. La cosa es que no lo he sacado. Estaba cansado. No me ha dado tiempo. Mucha plancha y demasiado Mercadona. Cosas varias…la vida.
Enero. Enero. Enero.
Y ME PERDONO
Frente al espejo trazo en el aire el símbolo de la cruz y digo “Ego me absolvo”. En cristiano: Yo me perdono.
No ha pasado nada grave. He incumplido mi promesa de escribir un artículo al mes y el mundo sigue girando.
Las gaviotas como cada enero han planeado sobre Madrid. No se han dado cuenta de que no he escrito un artículo.
Me siento maravillosamente humano e imperfecto. Cansado y descansado. Perdonado.
Las personas siempre estamos en lucha. Guerras que nunca se ganan, o se ganan a medias.
¿POR QUÉ ESCRIBO SOBRE EL CANSANCIO?
Os cuento el germen de estas líneas.
Soy muy poco original al inicio de las sesiones y hago una pregunta más que previsible.
Pregunto: ¿qué tal? ¿cómo te encuentras? ¿cómo han ido estos días?
Y casi todos/as y en muchísimas sesiones dicen:
Estoy agotado. Sin parar. No he tenido un minuto.
También lo escucho en plural cuando hago terapia de pareja. Pueden sumar a la frase del cansancio:
Fatal, no nos hemos visto, solo 10 minutos en la cama antes de dormirnos.
Los que están más cansados pueden llegar a decirte:
A veces estoy tan cansado que tengo ganas de llorar.
Me sorprende la frecuencia de la respuesta, la unanimidad, por eso escribo el artículo. El cansancio, “el alma en los pies” son un estado de ánimo generalizado. Me preocupa y quiero hacer algo.
LO DICEN CON TONO DE CULPA
Pronuncian cansados con tono de culpa.
Leen artículos sobre cómo organizarse mejor, cómo dejar de procrastinar, cómo ser más productivos, hacer la comida de una semana en tan solo 4 horas, aumentar la velocidad de lectura, perder 3 kilos en una semana…aprender las mil palabras en inglés básicas para conversar. Conducen a toda velocidad para llegar al gimnasio…
Se sienten, nos sentimos culpables, idiotas, improductivos, tarados, desbordados, sin capacidad de atender.
El cansancio es el campo de cultivo de los “malos” pensamientos, de la incapacidad de “ver” lo que te sucede, lo que está delante de tus narices.
Me piden ayuda para organizarse mejor, y es posible, pero también hay que aprender a vivir de otra manera, a organizar las prioridades, a perdonarse por no llegar, a usar el sentido común.
Hay que saber responder de manera realista:
¿Cuánto tiempo tengo hoy para mí?
Y la respuesta es un número, un número que mide el tiempo. En ese tiempo NO TODO ES POSIBLE.
SIN TIEMPO PARA LAS LECTURAS O TAREAS DE LA TERAPIA
Los deberes o las lecturas de la terapia individual, de pareja y/o sexológica en muchas ocasiones son postergados.
Dicen:
No he hecho los deberes que acordamos, no he tenido un minuto para mí.
En general los deberes que suelo mandar se pueden hacer en quince minutos.
Y dicen:
…todo el día corriendo.
Y pienso:
(…) Que bien le vendría dedicarse 10 minutos, dejar de correr. Ojalá se dé cuenta. Necesita pararse a pensar.
Y una vez presentada esta cruda realidad, voy a intentar aportar algo útil a la humanidad. La humanidad eres tú y las 50 personas que me leen. En el fondo soy un optimista, ojalá me leyeran 50 personas (#risas)
TE VOY A CONTAR 5 MENTIRAS
QUE CREES QUE NO TE CREES, PERO QUE TE HAS CREÍDO…CRÉEME.
Las mejores mentiras son las que tiene una parte de verdad. Es decir, no somos tontos, y compramos motos que tienen apariencia de motos.
Son el típico producto de baja calidad de Alliexpress. Son como esos ventiladores de mano que funcionan a pilas y que compramos pensado: ¡Oh! Genial, qué cómodo, cabe en un bolsillo y ya jamás volveré a morirme de calor.
Hasta que llega el verano y te sientes idiota con semejante aparatejo en la mano mientras sudas ridículamente y la gente te mira sintiendo vergüenza ajena.
Son medias-verdades que pueden servirnos un tiempo, que son bonitas, brillan…pero que en el fondo son verdades de baja calidad.
PRIMERA MENTIRA: CREES QUE, SI TE ORGANIZAS, DA TIEMPO A TODO
Es mentira «cochina».
Todo, es mucho para 24 horas. Todo es imposible.
Perdón por cargarme el arcoíris y tantos memes diciendo las chorradas sobre el esfuerzo y hacerte creer que, si quieres, puedes.
Si sales a las siete del trabajo, tienes que el ir al maldito Mercadona, antes de recoger de la piscina a los críos, hacer la cena, contestar a los WhatsApp para poder seguir pensando que tienes vida social, recoger la cocina, y doblar la ropa que está seca hace dos días en el tendedero plantado en mitad del salón: NO TE DA TIEMPO A HACER CROSSFIT, NI A MONTAR TU PROPIA EMPRESA. (Lo siento)
Si te ves con esa lista de tareas un día cualquiera RECUERDA que ir a recoger a los niños de la piscina es lo más importante, RECUERDA que tienen 5 y 8 años y RECUERDA que la piscina está a tres paradas de metro de tu casa.
Si lo haces, vete contento a la cama. Eres un buen padre, una madre maravillosa.
SEGUNDA MENTIRA: CREES QUE ERES PROCRASTINADOR
Te han vendido esta moto, te han dicho que procrastinas. Maldita palabra, hasta se pronuncia mal.
No lo eres, o no lo eres tanto. Haces muchas cosas y otras las dejas para mañana o para el último momento. ¡BIENVENIDO AL CLUB DE LOS HUMANOS DE LOS PAÍSES “DESARROLLADOS”!
A veces detrás de esa supuesta etiqueta de “procrastinador” hay otros malestares, otras dificultades.
Es decir, quizás hay que abordar otras cuestiones, y procrastinar o no hacer la tarea en terapia, es un síntoma, una consecuencia de algo que está más allá de las reglas de productividad (que las hay y funcionan, pero no hacen milagros).
Quizás la relación que tenemos con el tiempo en este “mundo desarrollado” sea enfermiza (véase, el texto de Los Papalagi, si se quiere y se tiene tiempo).
TERCERA MENTIRA: CREES QUE, HACER MUCHAS COSAS ES BUENO
Y como ya hemos visto, crees que dar el 100% es un buen slogan. La mezcla es una bomba. Muchas cosas y al 100%, es “infarto” seguro. Mucho cortisol para el body.
Ser activo puede ser una característica positiva. No poder estarse quieto no lo es.
Ver Venecia en 5 horas, no está bien. Es pecado.
Los cruceros de 10 ciudades en 5 días no están bien. Es pecado mortal.
Muchas cosas en poco tiempo, no mola; es un slogan social en boga, pero equivocado.
LA TERAPIA BREVE NO ES IR RÁPIDO
Y hablando de mi libro, YO HAGO TERAPIA BREVE, NO TERAPIA RÁPIDA. Breve, es que limito el número de sesiones. Diez sesiones de media, quince como máximo.
Esta estrategia ayuda a que el cliente se centre, focalice, te cuente lo que te tiene que contar y haga lo que decida que tiene que hacer.
Eso nada tiene que ver con ir deprisa, tiene que ver con tener un plan de trabajo, un marco conceptual y un “destino”.
No se puede salir al mar sin una hoja de ruta. Ya sé que suena bonito eso de “donde me lleve el viento” pero en terapia hay que saber adónde se va, y enseñar que el tiempo es importante, eso no significa ir corriendo o tratar los temas por encima.
CUARTA MENTIRA: CREES QUE INSULTARTE FUNCIONA.
Crees que insultarte por no llegar, por no poder hacer todo lo crees que DEBES hacer, como insultaba el sargento de la película de la Chaqueta Metálica al “recluta patoso” funciona. Pues no. No funciona.
Si alguien se mereciera ser insultado sería el sargento de artillería Hartman; solo él y lo que representa, nunca tú, ni yo, ni el recluta patoso.
Decirte que eres un maldito vago no anima.
Llamarte idiota, gordo, inconstante, despistado, desorganizado…no funciona.
Trátate bien. (Usa la voz amiga)
QUINTA MENTIRA: CREES QUE INSTAGRAM ES REAL.
Instagram es ciencia ficción. No sé si utopía, o distopía. Bueno sí, distopía. #risas
No puedes decir “sí” a todas las propuestas que te hacen los instagrammer. Acéptalo.
No puedes:
- Hacerte donut fit de desayuno con frutos rojos del Himalaya y papaya de Ceilán, en menos de 15 minutos
- Maquillarte los ojos “con efecto ahumado” en tan solo 5 minutos para los eventos de media tarde.
- No tienes “tan solo” 15 minutos para trabajar el core, que es como se llama ahora la tripa o zona abdominal, según los casos.
- No cuentas con “tan solo” 10 minutos para la rutina de glúteos y piernas.
- Ni seguir los 5 consejos básicos para cuidar la microbiota. ¿o eran tres?
- Ni puedes hacer respiración consciente.
- Y tampoco da tiempo a tomar 10 minutos de sol en las horas centrales del día.
- Etc.
Tanta información nos genera una “infoxicación”. Es acrónimo de intoxicación por información. Es una sobresaturación de datos y estímulos que genera dificultad en el procesamiento de la información.
Instagram y compañía nos generan infoxicación y también un agobio que te cagas. ¡Qué angustia!
SEXTA MENTIRA: CREES QUE A TU EMPRESA LE IMPORTAS.
Este punto me da miedito. Pero ya lo he dicho.
Recuerda que tú, a tu empresa, no le importas. La empresa, la organización, no tiene alma. Ni le importas ni le dejas de importar. Si te da un infarto, pondrá a otro.
PROPUESTAS “LLENAS DE OPTIMISMO”
PARA TRABAJAR SIN MORIR EN EL INTENTO
(Para los que estáis medio dormidos, infoxicados, o muy cansados, la palabra optimismo, es purito sarcasmo)
A no ser que seas un rico heredero o te haya tocado la bonoloto tienes que trabajar; mantener el trabajo hasta la jubilación, o mantenerlo mientras haces entrevistas para cambiar a otro trabajo mejor.
También si tienes algo de libertad financiera puedes dejar de trabajar durante un tiempo, pero luego hay que volver a la rueda.
Ahora que hemos descubierto el pastel, transformo las quejas y los lamentos en propuestas.
1. DOSIFICA TU ENERGÍA
Trabajo con muchas personas cuyo foco de malestar se sitúa en lo laboral. Personas que entregan su vida, como si tuvieran dos a la “maquinaria empresarial”. Son deglutidos y excretados. Llegan a casa o terminan su teletrabajo despersonalizados, agotados, tan agotados que solo quieren “desconectarse”.
En realidad, no es que se desconecten, es que ya no les queda ni una rayita de energía, llegan a casa ya desconectados de sí mismo y mucho más, de los demás.
El consejo: Dosifica, entrega como mucho el 33,333333 % de tu energía. El resto para vivir.
2. PRACTICAR ARTE DRAMÁTICO
Saca ese actor y actriz que llevas dentro y que parezca que a ti te importa ella. Ella es la máquina, LA EMPRESA, saca brillo a sus engranajes mientras piensas en tus cosas; y sobre todo sal a tu hora.
Trabaja duro para que el Goya al actor revelación sea para ti.
Eso ayuda a mantener el trabajo y a que no te toquen mucho las narices.
3. DESCONFÍA DE TU JEFE/A Y DE “LAS MODERNIDADES”
Todos tenemos jefe, hasta los presidentes o los primeros ministros de los países del mundo tienen jefe.
Los únicos que no tienen jefe son algunos dueños de las eléctricas y dos o tres más de ese estilo dueños del pastel del big data. (Nótese el cinismo, gracias).
Los autónomos (como yo y como tú si también lo eres), también tenemos jefe. Un “jefe interior” que dice que no pasa nada por trabajar fuera de horas, qué estás trabajando para ti.
¿Yo soy mi jefe y tengo que desconfiar de mí mismo entonces? (La respuesta es: Sí).
Emprender puede ser también una forma de (auto) explotación. Si eres autónomo ya lo entendiste.
Si trabajas para otro te animo a no creer en todas las modernidades de este “nuevo” modelo de empresa. Tu jefe ya no lleva corbata, os tuteáis, juega contigo al futbolín y se toma unas cañas en el bar de abajo, pero es tu jefe.
Y el (pobre) jefe, también está atrapado, hace lo que puede, porque trabaja dentro de una lógica empresarial y también tiene jefe.
Don Pablo, ahora es Pablete, pero sigue siendo tu jefe.
Que, en tu nueva oficina en vez de despachos forrados en madera, haya salas polivalentes con paredes en ladrillo visto, con puffs en el suelo de muchos colores, bandejas de fruta, gimnasio, fisioterapeuta y que puedas pintar tus esquemas en los vidrios de las ventanas, está bien, pero no cambia nada. No olvides que estás en una oficina, más bonita, pero una oficina.
Desconfía de las oficinas decoradas con más de tres colores.
Quieren atraparte.
4. MADURA
Las empresas funcionan independientes de las personas. Es decir, da igual que el director del banco sea buena o mala persona.
Las empresas tienen una lógica empresarial. Está bien. Es lógico. Así es el capitalismo. Ahí no me meto.
Un banco te dará crédito en función de la regularidad y cantidad de ingresos, y te cobrará muchos intereses si eres “pobre” y pocos “si eres rico”, porque evalúa el “riesgo” de morosidad. (FIN). Es la lógica bancaria, por eso es importante gestionar las emociones que sentimos ante las máquinas.
Ninguna idea es mía, esto ya está escrito en Las uvas de la ira de John Steinbeck cuando habla de los bancos.
Hoy puedes salir pronto y empezar a leerlo.
Y si te va más el ensayo y quieres echarte unas risas y que no se te vaya toda la energía en la oficina, no te pierdas: Buenos días, pereza: estrategias para sobrevivir en el trabajo de Corinne Maier.
Si no quieres leer, pues nada, sal pronto del trabajo y date un paseo 😉
5. RECUERDA
Es mentira que el mayor capital de una empresa sean sus recursos humanos. El mayor capital de una empresa es su cuenta corriente.
En la silla dónde estás tú, pueden sentar a otro menos quemado y con igual, menor o más talento, de la misma empresa o de una subcontrata, de aquí o de allá.
La lógica es que sea barato generar el producto o el servicio. La lógica es vender, a corto, medio o largo plazo. Nada es gratis. Nada es altruista.
No se lo des todo a tu trabajo, deja algo para tu familia, los amigos, tus aficiones, el cuidado de tu salud…la vida no es trabajar. Crees que lo sabes, pero lo olvidas cada día.
No te líes, tu trabajo no es tan importante, el informe puede esperar, el cliente puede recibir el pedido un día más tarde.
Tu jefe/a te pedirá más, cuando ya esté todo hecho. Jefes apretando a jefes. El engranaje es ese.
Y sobre todo recuerda:
nadie se acordará de tus horas extras y esfuerzos cuando hayas muerto.
Tampoco de este artículo. No lo repaso más. ASÍ ESTA BIEN. Me voy a la ducha.
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Excelente… de verdad… de compañera a compañero.. suscribo punto por punto
¡Gracias compañera!
Muy acertado y aplicable a todos
Muchas gracias Pepe.
Muy bueno, además de divertido. Lo he compartido con amigos y pacientes. Gracias!
Carolina, muchas gracias por tu comentario y por compartir 🙂