Foto: Miguel Roa

EN UNA LEJANA GALAXIA EN MI CABEZA LAVADORA…

Siete, sota, caballo y rey.

Sota, caballo, rey, as.

Rabia, tristeza, aceptación y cambio.

Rabia, tristeza, aceptación y cambio.

Un, dos, tres y cuatro. Melchor, Gaspar y Baltasar…me falta uno.

Cuatro.

Rabia, tristeza, aceptación y cambio.

Sí, lo veo. Es un esquema de cuatro.

Patatas fritas. Aceitunas. Anchoas. Cebolletas.

Cuatro. ¿Cuatro o Cinco? Cuatro. Son cuatro.

Un camino de cuatro etapas. Sí.

OS CUENTO ALGUNOS “SECRETOS” SOBRE QUÉ PASA EN TERAPIA BREVE

Me siento como esos magos que desvelan un truco. ¡uf! jajaja. Los odio. Yo no soy así.

Cuento lo que os puedo contar. Ni más, ni menos.

Hay un proceso emocional que ser repite muchas veces en terapia. Rabia, tristeza, aceptación y cambio.

Es un camino, y ese es el orden.

TODO EN ORDEN

El orden siempre es el mismo. No me aburre. Es un buen orden. Hay repeticiones que son maravillosas ¿el proceso de hacer café una cafetera italiana cada mañana? No me aburre, está bien, sigues unos pasos y a los diez minutos sale café.

¿Rabia, tristeza, aceptación y cambio? También es una repetición maravillosa. Es casi musical. Tiene un final estupendo.

Que alguien cambie y se encuentre mejor. No aburre. No cansa. No es tan duro.

 

“ENTIÉNDEME” …SÍGUEME EL ROLLO

Recuerda que las emociones no son sencillas, ni “puras”, es decir, viene “mezcladas”, muchas veces son ambivalentes, “rarunas”, esquivas, camufladas… Si quieres saber más sobre esto, lee: ODA A LAS EMOCIONES MEZCLADAS.

Hoy y en este texto, jugando, intento explicar el proceso de manera didáctica, esquematizando y simplificando las emociones y la transición entre ellas. Hablo de emociones “puras” para ser más pedagógico

El cambio no es una emoción, estar abierto a cambiar sí lo es.

Te presento un esquema de una secuencia emocional. El esquema, el índice, es la única manera de ver “de un solo vistazo” las partes de un libro que siempre está lleno de matices o detalles.

Mi trabajo, entre otras cosas, consiste en observar, acompañar y explicar los cambios emocionales del cliente.  Quizás mi trabajo sea facilitar esa secuencia, acompañar y guiar por ese camino.

¿Es el psicólogo es un sherpa emocional? 😉

El cliente, por tanto, también observará, gestionará y entenderá sus emociones, para así poder cambiar aquello que no es adaptativo y le daña.

DIECISÉIS SESIONES EN TOTAL

Tengo, tenemos, una sesión cero gratuita de encuadre y quince sesiones para el proceso terapéutico. Acuérdate que hago terapia breve y limito las sesiones, para que el cliente diga lo que tiene que decir y haga lo que sabe que tiene que hacer.

Dieciséis es buen número para los que somos de letras. Dieciséis entre cuatro, es igual a cuatro.

Veinte, se divide mejor entre cuatro, la tabla del cinco me la sé…pero es que dieciséis sesiones son suficientes. Todo cuadra. Es perfecto.

Parece el plan del Equipo A. Me encanta que los planes salgan bien. Digo mientras me fumo un puro imaginario

LA TERAPIA NO SOLO ES…

La terapia no es solo ir a soltar la rabia. La terapia no solo es ir a ponerse triste. Estas dos ideas son muy claras. No tiene sentido solo ir soltar rabia y tristeza y ya.

Llama a tu prima Maria del Mar y la convidas a un café con porras y se lo sueltas todo. Sale mucho más barato. Donde digo Maria del Mar, digo Carlos José.

NO TODO ES ACEPTACIÓN

…ANÁLISIS…O MAREAR PERDICES. Para que el cliente acepte, hay que analizar lo qué ha pasado. Lo que ha pasado ahora y antes. Y ese antes, también es biográfico, hay que dar un paseo por la infancia. Ya sé que a veces no apetece, pero hay que hacerlo.

A veces hay clientes o terapeutas que quieren entender hasta el último detalle; creo que es un error. Hay que entender SUFICIENTEMENTE BIEN lo que ha pasado. 

Con una buena base teórica y especializada se entiende qué ha pasado, qué pasa y qué puede pasar. Si estás formado y tienes experiencia, el análisis es “rápido”. Cuatro sesiones bastan.

Hay veces que hay que dejar de dar vueltas a lo mismo, dejar de marear la perdiz… Entender -analizar- ayuda a cambiar, pero entender (solamente) no cambia nada.

NO TODO ES CAMBIAR, “PONERSE BIEN”

Podrías pensar que la fase de cambio es “la buena”, pero perdóname la soberbia: no es así. Para cambiar, antes debes estar rabioso, después triste, después aceptar y entender y luego cambias. Si no es así, “no vale”. De nada vale cambiar si no has entendido o has negado, o desplazado tus emociones.

La terapia sólo basada en el cambio, también, como las dietas, tiene efecto rebote. Cambias un tiempo y vueles a engordar. 

No todos los procesos emocionales que observo en terapia son de rabia, tristeza, aceptación y cambio, pero sin duda es uno de los más frecuentes. 

Creo que me voy a inventar un término:

PROCESO R-T-A-C. *

¡Me mola! * Cedo los derechos para el best seller de autoayuda que lo va a petar estas navidades. No quiero yates, ni chalés con jardín… que dan mucho trabajo. Vuelvo. Perdón. 

El cliente llega rabioso, INTENTO PONERLE TRISTE, intento que acepte (y entienda) y luego que cambie lo que necesite.

EL TERAPEUTA, DEBE PONER TRISTE AL CLIENTE

Sí has leído bien. Cuando un cliente (o yo o tú) está rabioso, no entiende nada. La rabia solo tiene una puerta de salida, sobre ella hay un cartel que pone: Tristeza.

La tristeza si la cueces el tiempo adecuado para dejarla al dente, permite que la persona acepte lo que ha sucedido. Solo al dente la tristeza es comestible. Solo desde el realismo se puede cambiar.

UN EJEMPLO DE UN “CIERRE EN FALSO” Y DE OTRO QUE ESTÁ BIEN ELABORADO

En los dos casos hablaré de una infidelidad, pero el proceso se repite en cualquier “perdida”: un despido, una “crisis de edad”, una mala relación con un familiar, en el proceso de diagnóstico de una enfermedad grave…

Un hombre descubre que su mujer tiene una aventura, ella le pide perdón y también otra oportunidad.

El hombre se llena de rabia y odio…” grita mucho” y se separa. Es decir, pasa de la rabia, al cambio. Se salta la fase de tristeza y aceptación. Y pasa, lo que pasa.

Después se pasa la vida, amargado, misógino perdido y haciendo la puñeta a ella y a todo el que se encuentra. Esconde botellas en casa, bebe a escondidas. Somatiza. Le salen sarpullidos.  Se pone malo solo de pensar en ella. ¡qué asco de tía(s)!

Es un “cierre en falso” con consecuencias dramáticas. No ha aprendido anda, no sabe por dónde le da el aire. El cuerpo habla por él. Es una olla a presión. Lo que me gusta exagerar, pero no exagero tanto. Y lo sabes.

EJEMPLO DE UN BUEN PROCESO

Foto de Cojanu Alexandru del camino R-T-A-C.

Un hombre descubre que su mujer tiene una aventura, ella le pide perdón, le dice que le de otra oportunidad. Los hechos son los mismos. Igualitos.

Está rabioso, le han traicionado, está herido. Hay una fractura narcisista, decimos en el argot.  Una herida. Un trauma.

A consulta acuden los clientes “fracturados” que están rabiosos, o tristes. Nadie llama y me dice eso “estoy a tope, supercontento macho”. Casi todos llaman a la puerta de “traumatología”.

También pueden venir exponiendo otro problema que nada parece tener que ver con una infidelidad pasada.  Ocultan el hecho, no de una manera intencional, sino porque han elaborado un falso análisis en el que aparentemente lo entienden todo, “lo aceptan”. Racionalizan, pero emocionalmente no entienden nada, porque han negado o desplazado emociones. Es decir, vienen con un análisis parcial creyendo que es completo, diciendo eso de: “me fue infiel, pero ya lo tengo superado”. (Y no es verdad). 

Esto no quiere decir, que, si no vas a terapia, no puedas recorrer el camino de la rabia, la tristeza, la aceptación y el cambio de una manera ajustada. Hay gente que lo hace sin ayuda profesional y lo hace muy bien.

Las etapas:

 

UNO: RABIA

Llega a consulta iracundo, violento…no entiende nada. ¡Esto es una locura! Está lleno de rabia. No ve. Insulta. No tiene palabras, solo insultos. Insultos para todos. Será guarra, seré imbécil. Todo es odio. No ve nada. No entiende nada.

DOS: TRISTEZA

Mi vida ha sido toda una mentira. Nadie me ha querido. El mundo no es justo. ¿Por qué siempre ganan los mismos? Nadie quiere ponerse triste, por eso a veces o bien nos quedamos en la rabia, o bien “nos queremos saltar” la tristeza. Y decimos eso de:

“yo estoy bien” “me ha hecho un favor” “ella se lo pierde” “ahora puedo ver el bicho que ha sido desde el día que la conocí”.

El terapeuta debe ayudarle a conectarse con la pena, con la tristeza. Empiezan juntos a poner palabras.

Se compadece, se lamenta, se lame la herida …la saliva es curativa. La tristeza consigue que la persona “baje revoluciones” …empieza a pensar mejor.

TRES: ACEPTACIÓN

Al “contarse” a sí mismo, al ordenar su historia, los hechos, se da cuenta de algunas “cosas”. Se da cuenta de “las cosas suficientes” para ver algo más de luz. Se va calmando.

Con algo de teoría psicológica es capaz de sacar conclusiones, de entender lo que es entendible y dejar de dar vueltas a lo que no podrán entender jamás. Acepta lo que le ha pasado. La aceptación es un estado emocional que te permite pensar.

Solo así aparece la emoción de apertura al cambio y un día se pregunta: ¿Y ahora qué?

CUATRO: CAMBIO ¿Y AHORA QUÉ?

Toca tomar decisiones. En el ejemplo de la infidelidad hay varias posibilidades mas allá de seguir juntos o separarse:

  • Separación con destrucción hacia el otro/a.
  • Separación, con un cierre más amoroso, salvando lo que sí hubo de bueno e identificando “lo malo” para así poder aprender.
  • Seguir juntos y hacer eso de “pasar página”, “hacer como que no pasó” ,“hacerse el loco” … “hacer un cierre falso”.
  • Seguir juntos y hacer reconstrucción de la pareja.
  • Etc.

Cuando uno entiende lo que ha pasado es más fácil cambiar, sea para separarse o para reconstruir. Es más facil CAMBIAR BIEN. ADAPTARSE MEJOR.El ser humano necesita adaptarse de manera continua.

Y una de esas formas de adaptación puede ser el recorrer el camino de la rabia, de la tristeza, de la aceptación y  así poder cambiar… a mejor.

¡NOS VEMOS POR LOS CAMINOS!

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Soy Experto en Psicoterapia Breve Individual y de Pareja. Licenciado en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Master en Sexología por la Universidad de Alcalá. Estoy acreditado oficialmente como Psicólogo Experto en Coaching (PsEC)® Nº 69 Madrid. Hago Psicoterapia Breve Centrada en Soluciones en consulta privada, doy clases y escribo. Si quieres más información estaré encantado de atenderte.

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